jueves, 14 de julio de 2011

BREVE RESEÑA SOBRE LA MERCED CALZADA EN SEVILLA Y SU CONVENTO CASA GRANDE (HOY MUSEO DE BELLAS ARTES)


La conquista de Sevilla por Fernando III el Santo el día 23 de noviembre de 1248 cambió por completo los derroteros de la ciudad. Con la victoria de las tropas cristianas la ciudad se había incorporado de nuevo al orbe católico. Sevilla había sido el postrero esfuerzo del Rey castellano para conquistar todo el bajo Guadalquivir. Los vencedores se encontraron con una Sevilla de grandes recintos urbanos vacíos, con estructuras de gran belleza y de perfecta definición y que influirían en la evolución de la ciudad ya cristiana.
Con las correspondientes y oportunas creaciones de órganos de gobiernos, fue el propio Fernando III quien instituyó las normas jurídicas para el desarrollo de la vida local, se procede a la creación de instituciones de ámbito religioso, se reinstala la sede catedralicia y la instauración de varias órdenes religiosas. En la mente del cristiano Rey bullía la idea de borrar toda huella musulmana, de hecho convirtió en centros cristianos muchas de las mezquitas.
En este escenario hay que centrar la fundación del convento sevillano de Nuestra Señora de las Mercedes Redención de Cautivos o Santa Maria de la Merced, en sus comienzos fue denominada de Santa Olalla por analogía con la casa matriz de Barcelona. La Orden Mercedaria fue fundada por San Pedro Nolasco en Barcelona el 10 de agosto de 1218.
Es difícil establecer el año en que se estableció el convento Mercedario en Sevilla, no existe carta de fundación del monasterio, según algunos historiadores no existió nunca, pues no era raro que no se extendiese por entonces esa clase de documento. Sabemos que en 1317 se desligaron los mercedarios de su carácter militar, concentrándose únicamente en la tarea de redimir esclavos que es para lo que en realidad había sido creada la Orden.
Esta falta de información se suple con noticias de analistas y cronistas de la localidad, pese al repaso dado a la bibliografía no se han encontrado nuevos datos que pudieran indicarnos o darnos alguna pista sobre la primitiva ubicación del convento. No es probable que el mismo Pedro Nolasco participara en la tarea de buscar asiento en la ciudad para sus monjes mercedarios, y mucho menos que participara en la conquista, de
lo que duda el propio Ortiz de Zúñiga, a pesar que fray Gabriel Téllez (Tirso de Molina) prestigioso literato mercedario de la Orden, aboga por lo contrario. De una manera o de otra, con noticias más o menos bien documentadas señalan que la fundación del convento mercedario sevillano es de época fernandina. Se puede añadir otro dato más con referencia a la fecha de asentamiento mercedario en Sevilla, en mayo de 1249 se pide licencia al obispo de Barcelona para levantar en nuestra ciudad una iglesia, lo que nos da motivos para afirmar que la fundación conventual se realiza a los pocos meses de la conquista de Sevilla.
En la Biblioteca Nacional se conserva un manuscrito fechado a mediado del siglo XVII cuyo autor es fray Juan Guerrero y que lleva por titulo: “Relación de la fundación y antigüedad del Real Convento de Nuestra Señora de la Merced en la noble ciudad de Sevilla”  por el manuscrito se conocen importantes detalles del monasterio relativo a sus rentas y posesiones que son detalladas y especificadas con todo rigor, además de los cobros por fueros, censos, posesiones y tributos además de las limosnas sueltas y las depositadas a pie de altar. Añadiremos que el pontífice Urbano IV en enero de 1263, confirma a la Orden en todas sus posesiones y enumera también la Iglesia de Santa Eulalia en Sevilla., con sus viñas, tierras de olivar y todas sus pertenencias.
Como ya hemos anotado de la primitiva ubicación del convento nada se sabe, Ortiz de Zúñiga lo sitúa en un lugar cerca del río Guadalquivir fuera de los muros de la ciudad, por lo que debemos suponer que estarían asentados en unas casas con pocas comodidades para el uso conventual. Si seguimos leyendo a Ortiz de Zúñiga, se trasladan en 1251 a un nuevo emplazamiento al oeste de Sevilla, dentro ya de los muros y cerca de la llamada Puerta de Goles o Real, donde existía un amplio solar situado entre las calle Armas y ABC, hoy rotuladas con los nombres de Alfonso XII y Bailén.
De primer convento de la calle Armas bien poco se puede decir, las primeras edificaciones se llevarían a cabo a lo largo de los siglos XIII y XIV, pero lo escasísimos datos existentes no nos llevan más allá de unas mínimas referencia de su extensión y estructura. Se sabe que en el siglo XVII y con motivo de la canonización del fundador de la Merced, San Pedro Nolasco en 1628, los mercedarios deciden reformar y mejorar el convento sevillano. En realidad no fue reforma, se construyó prácticamente de nuevo 
atendiendo a las necesidades de la Institución, si bien ya en 1587 los monjes ya tenían proyectos de levantar nueva iglesia por haberse quedado pequeña la anterior.
Sin duda los siglos XVI y XVII son los de mayo esplendor del convento de la Merced en nuestra ciudad, el tráfico comercial con Indias cuyo monopolio ostentaba Sevilla, hizo que en 1588 el Provincial de la Orden tuviera su sede en Sevilla, nombramiento motivado por el crecimiento de la Orden en la capital andaluza. La Orden tenía además de la casa matriz de la Merced, el Hospital de la Merced de Cautivos Cristianos con sede en la calle de las Palmas (hoy Jesús del Gran Poder), aunque la propiedad pasó posteriormente al Hospital del Amor de Dios por ser afectado en la reducción de hospitales del siglo XVI.
En el mismo siglo se funda la rama femenina Mercedaria por un grupo de piadosas mujeres de la collación de San Vicente encabezadas por Dña. María Zapata Fuentes, rica viuda de don Luis Manrique de Almonte. El convento es fundado en unas casas cedidas precisamente por Dña. Maria de Zapata que estaban situadas en la calle Armas, la escritura fundacional está fechada en 1567 y titulada Asunción de Nuestra Señora  y con obediencia al provincial mercedario de Sevilla fray Juan de Peñaranda quedando establecida la clausura. Las instituciones mercedarias en nuestra ciudad quedan aumentadas con la creación del colegio de San Laureano en 1600, quedando así separados convento y noviciado. 
La reforma llevada a cabo en la mayoría de las grandes ordenes monásticas, dan lugar a una transformación en el seno de la Orden de la Merced, se refiere a la reforma y el deseo de volver a la primitiva observancia de la regla, lo que resultó la escisión de la Orden en dos ramas: la calzada que era heredera de la tradición y la descalza que quería conservar el espíritu primitivo con una militancia estricta y rigurosa. También se procedió a la fundación del correspondiente convento de monjas Mercedaria descalzas en la collación de San Bartolomé, aún existente en el mismo lugar y con la advocación de San José.
La situación de relajo de las disciplinas de los monasterios y de la Iglesia en general, hizo por necesidad la reforma. La primera Institución que se acogió a la reforma fueron los Jerónimos, aunque ya los Reyes Católicos y en particular el Cardenal Cisneros, programaron reglas explícitas para dar corrección a los desarreglos de los religiosos y airear la administración de los monasterios. 
Con el paso de los siglos el Convento Casa Grande de Nuestra Señora de la Merced, se convertirá en un importantísimo edificio que albergará un patrimonio de arte de primera magnitud, en el siglo XVIII se sigue trabajando en el inmueble remozándolo y mejorándolo, las portadas de la Iglesia se construyen precisamente en el XVIII, en 1724 se remoza el claustro grande, las bóvedas son decoradas, crucero y pechinas de la iglesia son trabajadas por Domingo Martínez.
La Orden Mercedaria muestra sus riquezas, las exposiciones religiosas llegan a su máximo esplendor con manifestación del poder que ostentaban. Paralelamente se estaba desarrollando un clima anticlerical que será consumado con la desamortización en el siglo XIX.
José María Villajos Ruiz

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